En la sala Savoy de Harlem se celebraban ocasionalmente lo que llamaban Batallas de Bandas (The Battle of the Bands).
En esas esperadas veladas, dos (o más) formaciones actuaban a lo largo de la noche e iban alternando temas, sacando todo lo que tenían para que el público decidiera cuál de ellas era mejor. Una de las bandas era generalmente la house band del Savoy, la de Chick Webb, hasta su fallecimiento en 1939. La otra solía ser alguna de las bandas más cotizadas de la época que estuviera de gira por Nueva York en ese momento.
El ambiente que se generaba era alucinante: dos big bands completas una a cada lado del enorme escenario de la mítica sala de Harlem, interactuando y picándose entre ellas, y un público que lo gozaba bailando o símplemente presenciando el espectáculo en una sala Savoy atestada. Nunca hubo ganador o perderdor oficial, ni premios, sino que era el propio público el que, en la medida de sus aplausos, decidía de manera oficiosa quién había salido vencedor del duelo. Y en todo caso los ganadores reales eran ellos, los privilegiados asistentes, y la música y la cultura del swing en si.

Cartel de la Batalla de Bandas del Savoy del 11 de Mayo de 1937.
El 11 de Mayo de 1937 fue una fecha más que memorable para todos los asiduos a la sala Savoy de Harlem, y para todos los aficionados al swing de Nueva York. De hecho, Frankie Manning dice en sus memorias que si pudiera elegir sólo una noche a la que volver al Savoy, sería esa.
Esa noche se enfrentaron dos gigantes del swing: visitaba el Savoy por primera vez Benny Goodman, el considerado por la opinión pública generalista americana como «El Rey del Swing». Se enfrentaría, como no podía ser de otra forma, a Chick Webb, considerado «El Rey del Swing» por los harlemitas asíduos al Savoy, y por lo tanto por el núcleo duro de los lindy hoppers de la época. Era, pues, un choque de reyes que implicaba mucho más que la música en si. Se daban cita una banda multiracial, la de Chick Webb, con una predominantemente blanca, la de Benny Goodman, a la que sólo en los últimos tiempos se habían añádido dos músicos de color: Lionel Hampton y Teddy Wilson (lo cuál era toda una revolución para la época y ya generó simpatía en la comunidad afroamericana hacia Goodman). Ver en el mismo escenario a Gene Krupa, batería de Benny Goodman, frente al propio Chick Webb, fue otro de los alicientes que hicieron este encuentro tan único.
Lista de Spotify con temas tocados por las orquestas de Chick Webb y Benny Goodman, para imaginarnos lo que se debió oir en el Savoy el 11 de Mayo de 1937. Thanks Paul Morel!
Cuentan que el Savoy esa noche estaba absolutamente abarrotado. Se habla de un aforo de entre 4000 y 5000 personas entre las que no cabía un alfiler. Y en la calle, se dice que había otras tantas, o incluso más (se mencionan hasta 25000 personas en algunas crónicas), que pugnaban por conseguir entrar a presenciar el sin igual encuentro.
El resultado fue el esperado: una velada mágica y frenética de música y ambiente. No fue fácil bailar en una sala tan a rebosar, pero aún así Frankie nos cuenta en su biografía que bailó todas las canciones, y que sudó tanto que tuvo que ir a su casa corriendo tres veces a cambiarse de traje.
En el siguiente vídeo podemos escuchar a Frankie y Norma contándonos de primera mano lo que tuvieron el privilegio de presenciar allí.
Frankie y Norma contándonos sobre aquel día en el Savoy.
Ya lo habéis oído: para ellos está claro quién ganó. Y para muchos cronistas de la época también, que cuentan que el propio Gene Krupa reconoció haber sido «barrido del escenario» esa noche por Chick Webb. En todo caso, todo eso realmente daba igual. Se trató de un enfrentamiento amistoso, como todas las batallas de bandas, pero súmamente simbólico y significativo, por lo que implicó a nivel cultural, social, y emocional.
Y con el frenesí de esa noche retumbando en nuestros oídos y en nuestra imaginación, hasta aquí el #YoMeQuedoEnHarlem de hoy. Como siempre, espero que os haya gustado, y ¡nos vemos en el siguiente! Mucho ánimo y seguid bailando.